En Baja California, particularmente en el municipio Tijuana y su área conurbada con los municipios Tecate y Playas de Rosarito, los organismos empresariales y el Gobierno del Estado detectaron una carencia de oferta en los servicios tecnológicos acreditados, investigación y desarrollo tecnológico e innovación; así como la formación de capital humano pertinente de alto nivel, por lo que crean el CONSORCIO TECNOLÓGICO DE BAJA CALIFORNIA (CTBC), para atender las necesidades de los sectores industriales estratégicos para el desarrollo del Estado.

En el 2007 se inician reuniones con el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica, S.C. (CIDETEQ), establecido en Querétaro, para crear una extensión del Centro dentro del CONSORCIO TECNOLÓGICO DE BAJA CALIFORNIA y se brinden servicios locales en las tres áreas estratégicas del CIDETEQ: Procesos, Ambiente y Materiales a las empresas de Baja California. Para el 2009, el Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana (CDT) postula el proyecto Consorcio Tecnológico de Baja California Fase 1 ante convocatoria de FOMIX, para construir un edificio con una superficie de dos mil metros cuadrados para el CIDETEQ. Finalmente en el 2011, el Gobierno del Estado hace entrega del edificio para la Subsede Tijuana del CIDETEQ.

Mediante la puesta en marcha del Consorcio Tecnológico, se pretende que las compañías de Tijuana utilicen el conocimiento que se genera en la región para ser más competitivos, pues sino invertimos en innovación seremos desplazados de la competencia, ofertando servicios para el desarrollo de los sectores académico, social y empresarial de la región.